Esta exposición tuvo lugar el día 16 de Marzo, sus ponentes fueron Luís Ortega y Rocío Expósito. Le sigue a la exposición realizada la semana pasada que hacía un recorrido sobre la historia de la mujer en todos estos años.
Ahora bien, centrándonos en el tema de la inserción laboral hay que decir que aún en el siglo XXI existe una gran desigualdad entre mujeres y hombres, lo que lleva a que estás sufran discriminación en el mundo laboral. Para ello, tenemos que hablar de muchas teorías pero la que tiene mayor relevancia es la del TECHO DE CRISTAL, puesto que es la que da las razones del porque las mujeres no acceden a los altos puestos de trabajos en las empresas y en las organizaciones laborales, pero ¿Qué es EL TECHO DE CRITAL? Entendemos por este a una superficie invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que le impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos, ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar. También se suele conocer como “suelo pegajoso” que agrupa las fuerzas que mantienen a tantas mujeres atrapadas en la base de la pirámide económica.
Esta teoría del Techo de cristal lo que nos quiere decir, es que las mujeres no pueden alcanzar las metas profesionales para las cuales están preparadas en el mundo laboral. Una de las causas de esta problemática, es que las mujeres ante tal situación abandonan su carrera profesional por cuenta ajena para hacerse empresarias.
Todo esto trae serios problemas y entre ellos está las desigualdades salariales y la feminización de la pobreza. Con respecto a la desigualdades salariales, existe una gran diferencia entre el salario adquirido en un puesto de trabajo por el hombre y el de la mujer. Pero el estar la mujer en esta falta de igualdad de condiciones se debe a varios factores como la edad, el nivel educativo, el tipo de contrato, el tipo de jornada laboral etc. En lo referido a la feminización de la pobreza hay que decir que, afecta en gran medida a las mujeres debido a las condiciones de vida a las que son sometidas por privación de los recursos, ya que esta no cuenta con los servicios y recursos para que estas puedan cambiar la situación.
Por último, hay que destacar el papel que juega el educador social, hay que decir que este puede actuar en todos los lugares, tanto en escuelas, guarderías, institutos puesto que la coeducación consiste en desarrollar todas las capacidades de niños como de niñas. Además, de intentar eliminar los estereotipos que existen entre los niños y niñas, hombres y mujeres, por ello es importante educarlos valorando sus cualidades personales e individuales. Por todo esto el educador debe de trabajar en centros educativas para no trabajar solo con los alumnos y alumnas, sino también con sus padres con el fin de eliminar la discriminación entre sexo y la desigualdad de género.
En conclusión, podemos decir que la mujer se ha encontrado en el trascurso de toda la historia en desigualdad de condiciones respecto a los hombres y ante la sociedad en la que vivimos, y actualmente estas desigualdades siguen existiendo. Pero sí que hay que destacar que estas mujeres cuentan con recursos que aunque no puedan contar con ellos en su totalidad les está permitiendo integrarse cada día más en el mundo laboral y en la sociedad, entre ellos el IAM que le proporciona apoyo y asesoramiento para todos los problemas con los que estás se encuentra. En definitiva, hay que decir que aún en los tiempos en los que vivimos sigue existiendo un gran marxismo en el mundo laboral y las perjudicadas siguen siendo las mujeres que son aquellas que tienen salarios bajos, una sobrecarga de trabajo etc.
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