El pasado 19 de Enero tuvo lugar el segundo seminario de Intervención Educativa. Este seminario era una continuación del primer seminario “Acogimiento Familiar”.
En el seminario se nos ha hablado de los centros de menores. Dentro de los centros de menores, tenemos que hablar de los Centros de Protección y los Centros de Reforma.
- Se considera centro de protección a aquellos centros para menores de 0 a 17 años que están en situación del maltrato, abandono, negligencia… estos menores son retirados del entorno familiar o social en el que viven y ingresados en estos centros. Mientras que en los centros de reforma son ingresados aquellos menores de edad que han cometido un delito y por su minoría de edad no pueden ingresar en la cárcel.
L a estructura administrativas de estos centros es la siguiente:
- Consejería de igualdad y bienestar social
- Dirección general de infancia y familia
- Servicio de protección de menores.
En lo que respecta a los centros de protección de menores podemos destacar:
- Centros de Acogida inmediata
- Centros residenciales
- Viviendas tuteladas
- Centros residenciales de protección para menores con trastornos de conducta.
Tenemos una visión bastante negativa de los centros de menores, para ello la educadora social, nos mostró un video, este se llamaba “Sí vuelvo me mato”. En él se muestra mucho de los testimonios de estos menores, vimos sobre todo como los educadores tienen un gran poder sobre ellos. Estos menores tienen que aparentar estar bien cuando reciben las visitas de sus padres, son medicados de manera forzosa por profesionales que no tienen la formación suficiente etc.…
Es bastante sorprendentes todas la medidas que se toman con estos menores pero tenemos que ponernos en las situación de los educadores, ya que son niños muy conflictivos. Pero también tenemos que ponernos en el lugar de estos menores, puesto que son niños y no tienen aún la madurez suficiente. Pienso que los educadores deben ser consciente de ello y darse cuenta de que con esta forma de educarlos no van a conseguir que estos jóvenes maduren.
En la actualidad, los centros de menores no han cambiado mucho, su forma de organización sigue siendo la misma, lo que ha podido cambiar un poco en todos estos años ha sido su regularidad legal. En lo que respecta a sus profesionales, son muy pocos los que tienen una formación específica. Con esto me refiero a que hay personas que entraron como agentes de seguridad con la función de vigilar y registrar a los menores y han terminado siendo convalidados con el título de Educador Social.
También los centros de menores son supervisados y tienen una mayor vigilancia, debido a las denuncias impuestas por los familiares de los menores que han sido testigo de muchas de las negligencias que se llevan a cabo con ellos.
En lo que respeta a su legislación, estos centros están amparados por la Ley 11/1998, de 20 de Abril, de los Derechos y Atención al menor en Andalucía, por el decreto 42/2002 del 12 de Febrero, sobre desamparo, tutela y guarda de menor, Decreto 355/ 2003 del 16 de Diciembre, sobre acogimiento residencial de menores.
Para que estos menores sean ingresados en centros de protección tiene que haber una situación de riesgo detectada por los Servicios Sociales Comunitarios. A que llamamos situación de riesgo, a toda situación en la que existen carencias o dificultades en la atención de las necesidades básicas que el menor necesita para su correcto desarrollo físico, psíquico y social que y que no requiere su separación del medio familiar.
Esta situación se da como hemos dicho anteriormente, cuando los servicios sociales detectan algunas necesidades en estos menores, es entonces cuando estos servicios se ponen en contacto con la ETF (Equipo de Tratamiento Familiar) intentando desde un primer momento tener un contacto con el menor y que sea este el que trabaje con su familia. Si esto resulta imposible el menor tendría que ir a una familia de acogida o CAI (Centro de Acogida Inmediata) , son centros que proporcionan acogida a menores por un periodo de tiempo limitado. En ellos también se intenta cubrir las necesidades básicas del menor como puede ser el alojamiento, alimentación, atención sanitaria y protección física. El objetivo de estos centros es el desarrollo integral del menor en su nuevo contexto vita. Pero ahora bien, para llegar al extremo de ingresar a un menor en un centro de acogida inmediata tiene que ser por la existencia de una situación crítica como puede ser en este caso la autolesión del menor, pero en algunos casos es mejor y sí se hace es porque no haya otra solución.
Por último también se puede dar una situación de desamparo, es decir, cualquier acción, omisión o trato negligente, no accidental, por parte de los padres, cuidadores o por instituciones, que compromete la satisfacción de las necesidades básicas del menor e impide e interfiere en su desarrollo físico, psíquico y/o social. Cuando un menor es ingresado en un centro por una situación de desamparo es porque sus padres no se hacen responsables de ellos o no pueden cubrir sus necesidades básicas por el motivo que sea.
A continuación la profesional nos comentó un caso sobre la situación de desamparo de una menor. Y nos hablo de su experiencia como educadora en el centro de menores. Esta nos comentó que es un trabajo duro porque se trata con niños muy conflictivos y hay que tenerles un trato especial. Esta como educadora nos dijo que los educadores sociales en los centros menores no están mirados como tales profesionales, un ejemplo claro de ello lo tenemos con ella, puesto que trabaja como educadora social y ejerce más de madre de los niños que de educadora aunque este también sea su función dentro del centro.
El sueldo que gana es muy poco para todo lo que conlleva trabajar en un centro de estas características, pero en cambio, es muy satisfactorio ver como ayudas a niños que han estado en situaciones lamentables en la vida y que con tu ayuda estas consiguiendo que estos jóvenes consigan desarrollarse e integrarse plenamente en la sociedad.
En mi opinión, el seminario me ha resultado muy interesante, ya que hemos tratado con un colectivo muy importante y difícil de la sociedad. Puesto que es uno de los colectivos con mayores dificultades a la hora de trabajar, ya que no se trata solo de labor como profesional en estos centros, sino que tienes que saber cómo tratar a estos menores, ya que suelen ser menores que proceden de entornos familiares y sociales bastantes conflictivos.
También me ha llamado mucho la atención los relatos contados en el video expuesto por la profesional, es una realidad lo que en el hemos podido escuchar. Pienso que el trabajo que se lleva a cabo en estos centros es muy laborioso. Y que los medios de comunicación solo sacan a la luz el lado negativo de estos centros. Con ello no quiero decir que tengan parte de razón, pero pienso que no todos los educadores que trabajan con estos menores son malos, maltratadores y humilladores. Creo que nosotros como futuros trabajadores y educadores también nos tenemos que poner en el lugar de ellos y pensar que son estos también los que están sometidos a insultos y agresiones verbales y físicas por parte de algún menor cuando este entra en crisis.
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